ACTA DEL JURADO

En San Juan de Pasto, el día 23 de noviembre de 2009, se reunieron los suscritos miembros del Jurado del concurso, convocado por la Revista Cultural Avatares, a fin de emitir su fallo.

El jurado hizo su preselección y selección entre un conjunto de ciento setenta y una obras (171), recibidas a través de correo electrónico desde casi todas las regiones del país, lo cual demuestra que existe interés en el cultivo de la escritura. Los contextos variaron desde la minificción, crónicas de provincia, relatos infantiles, guiones, etc. y lo que reunía condiciones literarias.

Los escritos presentados abordaron temáticas que en su reiteración más significativa, principalmente refirieron a asuntos sociales con un mal tratamiento de la anécdota narrada; el destino y lo inevitable, el amor, lo fantástico, la adjetivación de los temas con moralejas disímiles y una coherencia muy significativa de la mayoría de los escritos en cuanto al sentimiento de lo trágico, tratamiento púdico o exhibicionista de lo erótico y un espacio de concreción narrativa en el que se recurre al onirismo para dar el final a algunos de los escritos.

Esto último, el sueño como un recurso para concluir un trabajo literario, se corresponde con una limitada innovación en la composición narrativa, la cual si se intenta, llega sólo a juegos improvisados en el desarrollo de la trama. Otro aspecto a detallar está referido a la presencia del autor a través de su expresión moral e ideológica, juzgando o comentando determinadas situaciones hiperreales o la totalidad narrativa, disminuyendo la participación creativa del lector.

De esta manera, se insiste en ofrecer una imagen realista literaria, la cual, reiterada, lleva al establecimiento de intrigas melodramáticas y pretende una conmiseración dulzarrona que se lanza a la caza del lector, como si al lector hubiera que cazarlo. Los desbordes imaginativos proyectados en las grandes obras de la literatura no están aquí presentes, sino como artilugios floridos de voces literarias impropias que no impulsan alguna renovación ni proponen posibles deslindes.

En cuanto a horizontes de sentido, se aprecian preocupaciones de crítica, denuncia, confrontación de contextos ideológicos, problemas sociales e intentos de ruptura con la proyección de lo verídico, en donde se proponen cuadros costumbristas de la realidad y no realidades ficcionales, que como en el caso de la fotografía, según Cortázar refiriéndose a Cartier-Bresson y a Brasai, deberían definir una “aparente paradoja: la de recortar un fragmento de la realidad, fijándole determinados límites, pero de manera tal que ese recorte actúe como una explosión que abre de par en par una realidad mucho más amplia, como una visión dinámica que trasciende espiritualmente el campo abarcado por la cámara”, y que en este caso, sería el espacio literario de la narración misma.

Además, el Jurado, entre los aspectos negativos, refiere algunos que van desde el descuido del idioma, el mal uso de la gramática y de la puntuación, hasta la improvisación para el concurso, que los consideramos inevitables en todo proceso de búsqueda creativa.

Una vez hecha la preselección, el jurado de forma unánime declara desierto el primer premio, ya que no se logra en el grado de concreción de los escritos como objetos literarios, una estructura formal de lo que es un cuento. Se propone tres finalistas, en los que apenas destellan algunas de las características esenciales de un cuento: concreción, intensidad, tensión, ritmo, imprevisibilidad.

TARDE DE LLUVIA, por Zatara, correspondiente a CARLOS ANDRÉS ULLOA RIVERO, de la ciudad de Bogotá. Es un escrito que narra desde su brevedad y concreción, la anécdota sobre una pregunta originaria que un monje se hace, y cuya respuesta, se entrecruza entre la paciencia y el silencio.

EL VIDENTE, por Yersinía Pestis, correspondiente a CARLOS ARCOS GUERRERO, de la ciudad de San Juan de Pasto. En este escrito, la imprevisibilidad es el matiz de la exploración narrativa, donde el esoterismo traza una frontera entre lo que se ve y lo que se transmuta frente al espejo.

BARBA, por Cinemalangue, correspondiente a JUAN SEBASTIÁN MUÑOZ SÁNCHEZ, de la ciudad de Bogotá. En BARBA, se narra con intensidad y ritmo “el irreversible paso de la tijera” y “el momento de la navaja”, que no sólo devastan el tedio de un pasado religioso y la negación de una nueva existencia, sino también develan la posibilidad de un soplo de vitalidad incluso después de la muerte.

Las anteriores obras serán publicadas en el número de lanzamiento de la Revista Cultural Avatares, y a los autores se les hará llegar una mención a través de correo electrónico, y cuatro ejemplares de la revista impresa.

Reiteramos nuestras disculpas por el retraso en el veredicto, y hacemos extensivo el agradecimiento a todos los participantes.


Rey Carlos Villadiego
Jorge Verdugo Ponce
Jonathan Alexander España

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