ISSN 2215-972X
ISSN 2215-9738

San Juan de Pasto, Nariño , Colombia

PORTADA PRIMER NÚMERO

PORTADA PRIMER NÚMERO
Ilustración de Jhon Felipe Benavides ©

20 de octubre de 2010

MURO DE BABEL (Reseñas Literarias) Hagamos el juego. Breve Reflexión sobre la poesía de Idea Vilariño Por Wilson Josué Segura. Policarpa, Nariño

HAGAMOS EL JUEGO
BREVE REFLEXIÓN SOBRE
LA POESÍA DE IDEA VILARIÑO
Por Wilson Josué Segura
Policarpa, Nariño


Hagamos el juego es un breve recorrido reflexivo
por los temas más representativos de la poesía
de Idea Vilariño, que recurre a los enigmas de la
existencia para dar la voz de alerta. Y después
que la susurren sus poemas, olvidaremos también.
Pero ahí estarán a la espera esas palabras, sin
ninguna prisa, resistiendo en silencio. Para que
en nosotros reviva lo que nos demora y deslumbra.


“Cuando escribo nunca miento. Puedo mentir
en la vida de todos los días, pero no cuando escribo”
Idea Vilariño



....En abril de 2009 murió Idea Vilariño1 como una desconocida. A su entierro en el Cementerio del Norte de Montevideo la acompañaron catorce personas. Quizá su vida retraída, concentrada en el oficio poético, ajena a los compromisos sociales y a los reconocimientos públicos –rechazó varias veces el Premio Nacional de Poesía– expliquen su marginalidad. Lo cierto es que sus poemas son algo menos que temblores súbitos, cortos pero significativos, a fuerza de los cuales se supera el bullicio, la desperdiciada vida, la pasión sin objeto, la mascarada atroz, la sabida comedia para decirlo con sus palabras; y cualquiera se instala momentáneamente en el espacio de lo quieto, del sueño, de lo dichoso. “Esto dura lo que un relámpago,/ lo que un liviano pájaro de luz/ que arde y se nos escapa/ en un gemido”.
.... La poesía sólo puede aliviarnos de nuestro destino aciago por un momento apenas, pasajeramente. Y esto cuenta también para el amor y para la solidaridad con los otros. No hay salvación definitiva más allá de la muerte. Nos encontramos pues, como diría Rosario Peyrou, una de las mujeres que más la conoció, ante una poesía del máximo escepticismo (con la máxima sensualidad). Tal vez pensemos que aquello no tiene nada de original. De hecho puede ser así, tanto que cabe parafrasear a Rubén Darío y preguntarse ¿quién en un mundo tan caótico y desolador como éste no es de alguna manera escéptico? A pesar de todo, el escepticismo de Vilariño es diferente por lo esencial, por lo concentrado, por su intensidad. Aguza tanto la apertura de su ser y de su verso que puede tocar las mayores profundidades del espíritu. Los versos cargados de retórica –al igual que las armas grandes– son a veces tan aparatosos que su propio peso los hace caer. Acaso por lo anterior, en la distancia, nos guste más García Lorca o casi toda la generación del 27, que Darío y sus huestes modernistas.
.... Ahora bien, ¿puede hallarse mayor reflexión sobre la soledad que los siguientes versos de suma parquedad, que se transforman en clamor, en grito del ser?: “Uno siempre está solo/ pero/ a veces/ está más solo”, ¿o sobre la omnipresencia y la inevitabilidad de la muerte, que estos otros?: “Es negro para siempre/ las estrellas/ los soles y las lunas/ y pingajos de luz diversos/ son pequeños errores/ suciedad pasajera/ en la negrura espléndida/ sin tiempo/ silenciosa”.
.... Idea descubre temprano desde el universo de la poesía, que la muerte es la gran presencia, el destino inevitable. Esto no puede ser algo que se lee en los libros ni es lo que los otros nos dicen sino sólo el resultado de un profundo volverse sobre sí para mirar hacia adentro y hacia afuera también. Es un tópico común de la poesía del siglo XX hablar sobre la muerte y no podría serlo menos dado el macabro festín de sangre y desconsuelo, que como ningún otro, fue la pasada centuria. “Me gusta la vida enormemente/ pero, desde luego,/ con mi muerte querida y mi café”, decía César Vallejo y como él tantos otros. Pero la desolación, la reflexión sobre Tanatos que hace Idea no viene de un afán deliberado de estar a la moda, de seguir irreflexivamente la conciencia incompleta de su época.
.... En la poesía de Idea Vilariño, la búsqueda mística es desolada, solitaria, no tiene más fin que la memoria de la muerte, en el marco de una acendrada reflexión, que aproxima al hombre a los interrogantes de la noche: madre nodriza de la muerte, el recuerdo, lo nocturnal del alma humana. Lo cierto es que “la noche eterna… perdura intocada” y en sus orillas “no hay ninguna esperanza/ de que todo se arregle/ de que ceda el dolor/ y el mundo se organice”, afirma Idea.



.... A veces su voz se vuelve increpante pregunta “¿…cómo/ desalojar el crudo/ recuerdo de la muerte?”. A partir de dicha verdad, Idea indaga en su propio ser y suentorno preguntándose por la vida, por lo que parece vida. “Es hacer el juego la vida”, dice, “pobre vida, pasión fracasando en la sombra… abatida en sí misma… fracasando en el sueño. Plena de soledad, de dolor y de miseria, enfrentada inevitablemente con la muerte, la vida, ¿por qué la soportamos /…/ por qué nos soportamos/ por qué hacemos el juego, por qué nos empeñamos en mantener esta triste aventura/ de ser cálido y fuerte que es el vivir?”. Es algo misterioso pero el ser humano, aprisionado en los límites temporales y ansioso de eternidad, siempre desea la vida efímera, aunque se presente como dolorosa y miserable: “Decir no/ atarme al mástil/ pero/ deseando que el viento lo voltee/ que la sirena suba y con los dientes/ corte las cuerdas /…/”.
.... Deseamos vivir aunque sabemos, como dice Virginia Woolf, que el mundo es capaz de la más vil traición, de que no hay felicidad duradera; ¿esperamos los momentos en que el mundo vil no nos traicione –cosa que ocurre de cuando en cuando– o el hondo sinsentido de una felicidad duradera, de la salvación definitiva, de un eterno paraíso? La respuesta no es clara, sin embargo, Idea desconfía de los edenes individuales y colectivos, ya que “siempre habrá alguna bota sobre el sueño/ efímero del hombre/ una bota de fuerza y sin razón/ pronta a golpear/ dispuesta a ensangrentarse”, dice en un poema referido a los sucesos de Playa Girón, escrito por allá en 1960. En otro menos circunstancial habla un poco de lo mismo: “Alzar los ojos/ al misterio abismal de las estrellas/ que será a no dudarlo/ algo tan sucio/ tan mezquino y tan sucio/ como esto”. Los ideales son mezquinos, egoístas, todos los sueños van al pozo de la muerte, del olvido. No obstante Idea hizo activismo político por convicción y colaboró con la resistencia a las dictaduras suramericanas de las décadas del 70 y 80.
.... La poeta duda de la comunión con el cosmos y sus elementos todos, como piensan Whitman y sus optimistas discípulos, donde el gran poeta americano, al fin de cuentas hijo del siglo XIX pero no por ello menos grande, escribe: “I give them the same, receive them the same” (a todos me entrego y a todos recibo); el escepticismo de Idea la hace decir: “sí… soy la arena caliente/ soy la brisa suave /…/ soy la noche./ Entonces no soy nadie”. Ahí toda alternativa culmina irremediablemente en la noche, en la nada omnipresente e irrevocable.
.... El amor es sin duda la opción más ensayada por el hombre para fugarse, para escaparle a la muerte; también la más cantada y comentada, y, cosa curiosa, también la que más sufrimiento contiene. Nos obnubila tanto la belleza de los pétalos que a poco tocamos las espinas y sangramos, sin percatarnos. Ésa puede ser una característica esencial del amor, su movimiento doble entre la dicha y el dolor, siempre caprichoso, impredecible e incontenible. Idea se detiene en ese gran misterio por mucho tiempo, la mayor parte de su obra poética que no supera las 300 páginas; se estaciona en las lindes del amor íntimo y nos muestra muchas de sus facetas, su esencial transitoriedad, el fundamental enigma que encierra. Creo que donde mejor se expresa lo que Idea piensa sobre el amor es en un poema titulado así precisamente: “En el amor dejas de ser nadie, nada, esa basura desperdiciada, ese ser que padece esta vana infinita soledad. Escapas de la desolación, un momento apenas, para decir: canto…río…miro…amo…venzo, en últimas, soy algo más que nadie”. Esta felicidad honda –que proyecta una ontología de las sensaciones– acarrea a su vez un malestar profundo: “Me hiere y lo desangro…y me vence y lo venzo/ y me acaba y lo acabo”. La posibilidad de ser se paga con un encuentro traumático con el mundo, caudal turbulento, donde toda certeza proveniente del amor es en sí desgarradora. Por eso, la felicidad es un yugo y ser feliz oprime porque es un estado cierto, dice Saramago a propósito. El amor para Idea es a su vez algo que ya fue, puñado de instantes del yo aislado; el amor para ella sólo puede recordarse, la felicidad sólo puede recordarse. Los momentos de mayor sensualidad, los poemas PIEL y SEIS, ya fueron: “Así era tu piel”, dice en uno y en el otro, “y me quedé inmóvil/ tú tú te quedaste inmóvil”. Los momentos de cotidiana felicidad vienen a nosotros gracias a la evocación, aunque no siempre estén presentes: “Dijiste/ nunca/ nunca fui tan feliz como esta noche”. El amor también es abandono, pura perdida; se prefiere la soledad y el dolor, y cada dicha que nos prodiga se compensa con un escozor igual de grande, es así como entre mayor la dicha, mayor la desilusión.
.... Los poemas sobre el distanciamiento y el abandono abundan y son los más populares de la obra de Idea, en la medida en que hablan de emociones y situaciones que nos tocan a todos. ¿Quién no ha vivido experiencias como las dibujadas en CARTA I, CARTA III, YA NO, YO QUISIERA y ADIÓS, sólo por nombrar algunos? “Querido/ no te olvides/ de que te espero siempre/ cada noche te espero/ estoy aquí/ no duermo/ no hago nada sino eso/ te espero/ te espero /…/ hasta que viene el sueño”.
.... La lección de la poesía de Idea, si es que la poesía puede dar alguna, la principal, a un tiempo amarga y esperanzadora, es que no hay paraísos que nos salven de todo el dolor del mundo; incluso ni el arte, ni la lucha social, ni el amor íntimo nos salvan de la muerte. No hay peor equivocación que pretender buscar el paraíso. La bota sucia y carente de sentido estará pisando siempre los ideales de los hombres, siempre el amor de dos desembocará en el abandono y el olvido. Mas lo anterior no significa que debamos asumir una actitud resignada y complaciente. La vida no debe ser la búsqueda de la felicidad eterna, porque no existe, pero sí una continua resistencia frente a la opresión y al olvido, a sabiendas de que estamos condenados a luchar y perder continuamente la pelea. Ése es el sentido, el precio inesperado y a la vez el altísimo orgullo de vivir. Nuestra victoria es estar siempre resistiendo.

Ilustración Gustavo Benitez


.... A cada paso desconocemos estas verdades. Anhelamos, por ejemplo, un amor que dure eternamente, que no abandone, que no olvide, y en esta pretensión inútil extremamos, ahondamos en la amargura; construimos grandes edificios que nadie puede habitar, soñamos mundos felices donde sólo caben presencias humanas (atadas a las apariencias) que son autómatas y dependientes; planteamos verdades que creemos definitivas para un mundo en devenir; en el afán de negar el dolor nos olvidamos de luchar en su contra y resistirle. En la vida no hay puntos de llegada, sólo un continuo y arduo transito –más acá de la muerte–, alivianado esporádicamente por el amor, los sueños y la poesía.
.... En suma, la escritura de Idea acoge, desde su clarividente certeza, las intensidades existenciales con un delirio visionario y una alquimia del alma que la palabra entrega en su movimiento lento, apenas perceptible, a veces aparentemente estancado, pero siempre constante e ininterrumpible; es donde intentamos superar nuestros abismos, donde somos más que nosotros mismos, donde los misterios del universo están en nosotros.
.... Idea Vilariño es autora básicamente de tres libros –los tres que menos le disgustaban–, que reeditó continuamente durante toda su vida y a los cuales añadía sus nuevos poemas: Nocturnos (1955), Poemas de Amor (1957), inicialmente dedicado al gran novelista Juan Carlos Onetti, el gran amor de su vida2, quien le dedicó a su vez la novela Los Adioses. Su tercer poemario fundamental es Pobre Mundo (1988). En 1989 accedió a publicar un libro enteramente inédito que tituló secamente No (los dos últimos versos del libro anuncian: “Inútil decir más/ Nombrar alcanza”). En el año 2004 se publicó una selección de sus poemas titulada Vuelo Ciego, en la cual se basa esta reseña.


1 Nació en Montevideo el 18 de agosto de 1920. Sabemos algunas cosas sobre su vida gracias a su libro-álbum “La vida escrita”, publicado en el 2008, que reúne fragmentos de sus diarios, cartas, textos inéditos y recuerdos de sus amigos; por ejemplo, se refiere su acercamiento a la poesía, que inició cuando el padre le declamaba, a Idea y a sus hermanos, desde muy niños, poemas del Siglo de Oro español, y que por tal motivo, antes de que ella aprendiera a leer, ya inventaba poemas de rima y métrica con palabras que elegía por su sonido. También que vivió sola desde los veinte años, a pesar de su delicado estado de salud, que se agudizó por una septicemia que la llevó al borde de la muerte a los veintisiete y la tuvo postrada durante casi tres años. Se casó tres o cuatro veces (siempre por gratitud, con los tipos que fueron buenos con ella, como Manuel Claps, que la cuidó durante los tres años de convalecencia). Su muletilla (“¿Cómo te diré?”) la pintaba en genio y figura. Pese a todo, antes de haber cumplido los treinta años era ya ampliamente conocida en el Río de la Plata por su talento como poeta, crítica literaria, traductora y educadora. Más allá de su falta de promoción editorial, la poesía de Idea atrae cada día más lectores. En Montevideo puede advertirse por todas partes su inmensa popularidad: los artesanos copian sus versos en señaladores de libros y tarjetas que venden en mercados y negocios.
2 Se habían conocido en 1950 en un bar del barrio montevideano de Malvín. Onetti e Idea sólo pasaron juntos nueve noches en once años. Al principio él le pareció el hombre más adulto que había conocido y, a causa de eso, perdió después toda confianza en su propio juicio. Es más, los momentos que pasaban juntos eran “el infierno en la calle Durazno”.


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